¿Por qué es importante realizar mediciones del colesterol?

 

¿Sabías que 3 de cada 5 adultos españoles no han medido sus niveles de colesterol en los últimos 12 meses, y que el 76% no recuerda cuáles fueron sus últimos valores? Así lo demuestra un estudio demoscópico realizado por Viatris, con el apoyo de IQVIA, para el que fueron consultados 1.000 españoles en noviembre de 2020. Se trata de unos datos que demuestran el desconocimiento de los niveles de colesterol individuales y de lo que significa el riesgo cardiovascular entre la población general.

Y es que el colesterol es el factor de riesgo más importante que influye en la aparición de enfermedades cardiovasculares, las cuales conforman la primera causa de muerte en España. Una de las pautas esenciales para disminuir el riesgo de tener un infarto o de sufrir un ictus es un adecuado control del colesterol, algo que puede realizarse en la farmacia a través de una sencilla prueba.

En este artículo resolvemos todas las dudas con respecto a las pruebas de medición del colesterol que pueden llevarse a cabo para reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

¿Cómo se mide el colesterol?

Hay dos tipos principales de pruebas de colesterol:

1. Prueba en sangre capilar (primer cribaje)

Consiste en extraer una muestra de sangre del dedo, la cual se coloca en una pequeña tira que se inserta en un dispositivo especial. Esto ofrece los resultados de inmediato, de manera que se pueden obtener los niveles de colesterol en cuestión de minutos.

2. Perfil lipídico completo

Esta prueba mide las concentraciones de distintos tipos de grasas en la sangre: el colesterol total, la lipoproteína de alta densidad, o colesterol HDL, la lipoproteína de baja densidad o colesterol LDL y los triglicéridos. Gracias al perfil lipídico, es posible conocer el riesgo que tiene una persona de desarrollar enfermedades cardíacas o aterosclerosis (el endurecimiento, estrechamiento u obstrucción de las arterias).

¿Cómo interpretar los resultados tras un análisis de colesterol?

Tal y como informa la Fundación Española del Corazón en este artículo, se considera normal una tasa de colesterol plasmático inferior a 200 mg/dl y una cantidad de triglicéridos igual o menor a 150 mg/dl. Si, después de hacerte el análisis de colesterol, compruebas que los resultados de colesterol y triglicéridos están dentro de los valores recomendados, tienes un índice de masa corporal normal, tu glucosa se sitúa dentro de límites y tu tensión arterial es baja, será el reflejo de que gozas de una buena salud cardiovascular.

Si, por el contrario, los resultados obtenidos superan los valores normales, el farmacéutico puede realizar una educación sanitaria. “Hablar con el paciente y formarlo sobre qué es la dislipemia, la importancia de la dieta, el ejercicio y de mantener unos niveles adecuados de colesterol, además de explicarle las opciones de tratamiento y la adherencia a los mismos”.

Si con una dieta sana, como puede ser la mediterránea, y con ejercicio no se puede conseguir controlar los niveles de colesterol, existen una serie de alternativas terapéuticas, algunas farmacológicas y otras como los complementos alimenticios que pueden ayudar a controlar el colesterol.