Hábitos de vida saludables para los pacientes con hipercolesterolemia familiar

 

¿Sabías que 1 de cada 400-500 personas padece Hipercolesterolemia Familiar en la actualidad? La hipercolesterolemia familiar (HF) es una enfermedad hereditaria que se manifiesta desde el nacimiento provocando un aumento de los niveles de colesterol LDL (“malo”) y se asocia a riesgos cardiovasculares en edades tempranas. Aunque es una patología heredada, existen una serie de hábitos recomendados para los pacientes con hipercolesterolemia familiar que conviene tener en cuenta para no poner en peligro tu salud.

En este artículo vamos a profundizar en estos hábitos y los beneficios que tienen para este tipo de pacientes con un alto riesgo de sufrir algún ataque cardíaco. Hábitos aplicables en el día a día que son claves para mejorar tu calidad de vida.

¿Qué causa la hipercolesterolemia familiar y cómo se transmite?

En los pacientes con hipercolesterolemia familiar se produce una mutación en el gen que regula la recepción el colesterol LDL, el cual se encarga de eliminar el colesterol en sangre. Ante la insuficiencia de receptores, el nivel de colesterol (malo) aumenta de manera significativa provocando riesgos cardiovasculares.

La HF puede transmitirse de dos formas distintas: de manera heterocigota u homocigota. Es decir, puede heredarse a través de uno de los progenitores o a través de los dos. Asimismo, las personas que padecen HF tienen un 50% de posibilidades de trasmitirlo a sus hijos, según datos de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar.

Cómo prevenir la hipercolesterolemia familiar en edades tempranas

La hipercolesterolemia familiar no presenta síntomas físicos hasta que se manifiesta con alguna alteración cardiovascular como un infarto o una angina de pecho.

Es muy importante un diagnóstico temprano de esta patología debido al elevado riesgo de sufrir un infarto en edades tempranas. Por suerte, y a pesar de que es una enfermedad hereditaria, existen tratamientos y hábitos saludables que ayudan a reducir los riesgos cardiovasculares y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Hábitos que pueden ayudar a reducir el colesterol en personas con hipercolesterolemia familiar

Un estilo de vida saludable es imprescindible para los pacientes que presentan elevados niveles de colesterol. En este sentido, es recomendable seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico moderado, reducir el consumo de alcohol y no fumar.

Controlar la alimentación

Llevar una dieta sana y equilibrada es fundamental para mantener los niveles adecuados de colesterol en sangre. Además, cuidar la alimentación ayudará a controlar el peso corporal.

Con ello, se recomienda una dieta rica en verduras, frutas, hortalizas, legumbres, pescado y aceite de oliva, como podría ser la dieta Mediterránea. El objetivo es aumentar la ingesta de fibra y grasas saludables y eliminar el consumo de fritos, rebozados y bollería industrial. Recuerda siempre consultar previamente con tu médico o nutricionista cualquier cambio en tu alimentación.

Limitar el alcohol

Limitar el consumo de alcohol es primordial para reducir el riesgo cardiovascular en los pacientes con hipercolesterolemia familiar. La Fundación Española del Corazón (FEC) advierte de que el alcohol es tóxico para el músculo cardíaco, ya que disminuye la fuerza del bombeo y hace que se dilate. La mejor opción para evitar esta complicación es dejar de tomar cualquier tipo de alcohol o reducir su consumo lo máximo posible.

Ejercicio físico

La actividad física ayuda a regular los niveles de colesterol, reducir los niveles de triglicéridos, a bajar de peso y refuerza la salud del corazón. No obstante, es conveniente tener en cuenta que la intensidad del ejercicio diario lo marcará el estado físico de cada paciente con HF, así como las pautas que determine su médico. Se recomienda empezar por una actividad ligera e ir poco a poco aumentando la intensidad según el estado físico del paciente. La clave es la constancia y disfrutar moviéndose sin poner en peligro nuestra salud.

Dejar de fumar

El tabaco es uno de los principales factores de riesgo de infarto de miocardio. De hecho, el tabaco causa el 20% de las defunciones por cardiopatía, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). En concreto, acelera el pulso, la presión arterial y estrecha la cavidad de las arterias.

Los beneficios de dejar de fumar son inmediatos y ayudan a mantener a raya el colesterol y a mejorar la calidad de vida del paciente. Dejar de fumar es un hábito clave para prevenir problemas de salud en las personas que sufren hipercolesterolemia familiar.