Claves para mantener los niveles de colesterol normal

El exceso de colesterol LDL (o colesterol “malo”) puede provocar la obstrucción de las arterias y, como consecuencia, aumentar el riesgo de padecer un infarto. En ocasiones, este exceso tiene un componente genético, aunque en la mayoría de los casos es nuestro estilo de vida el que lo provoca.

El colesterol alto es uno de los riesgos de enfermedad cardiovascular más frecuente en nuestro país. Según un estudio de la Sociedad Española de Cardiología, la mitad de la población española lo padece y tan solo un 46% es consciente de ello. Por suerte, existen una serie de pautas que te pueden ayudar a reducir el colesterol y mantenerlo a raya. ¡Toma nota!

  1. Moverse todo lo posible

Diversos estudios demuestran los efectos favorables de la actividad física regular en el control de los niveles de colesterol en sangre. Entre sus muchos beneficios, el deporte ayuda a disminuir la tensión arterial, reducir el peso y aumentar los niveles de HDL (colesterol “bueno”).

Para incluir las rutinas de ejercicio en tu día a día, es importante que empieces con una actividad ligera al principio, como, por ejemplo, salir a caminar con un ritmo bajo-moderado. Una manera de mejorar es llevar contigo un cuentapasos y tratar de incrementar tus números de forma gradual. Con el paso del tiempo, y si tu médico así te lo indica, podrás incluir algún deporte de mayor intensidad como el patinaje, la bicicleta o la natación.

Moverse es fundamental para mantener a raya el colesterol alto. Tiene numerosas ventajas en el funcionamiento del corazón, te ayuda a controlar el peso, evita el mal humor, reduce el estrés y, además, es un buen punto de partida para adoptar cambios saludables en tu estilo de vida.

  1. Seguir una dieta sana y equilibrada

Una alimentación sana y adecuada ayuda a reducir los factores que pueden influir en un aumento del colesterol, tal y como explica la Sociedad Española de Nutrición (SEN) en esta guía. No es necesario hacer grandes sacrificios ni dietas muy restrictivas. En general, se recomienda eliminar los fritos y guisos grasos, aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres, y elegir carnes con poca grasa.

Otra de las claves para mantener los niveles de colesterol normal es aumentar el consumo de pescados azules: (atún, bonito, caballa, sardina, etc.), ya que poseen ácidos grasos poliinsaturados que favorecen la eliminación del colesterol “malo”. También se aconseja sustituir la mantequilla, el bacon y la margarina por aceite de oliva, de girasol, maíz o de soja.

  1. Bajar de peso

Tomando como referencia los dos puntos anteriores, una dieta adecuada y la realización de ejercicio físico de manera regular son claves para controlar los niveles de colesterol. Asimismo, es conveniente tener en cuenta que la pérdida de peso conlleva un impacto directo en los niveles de colesterol LDL (“malo”).

Así lo demuestra un estudio realizado en Nueva York a un grupo de taxistas, donde se observó que aquellos que tenían un mayor porcentaje de grasa reunían más probabilidades de sufrir alguna enfermedad cardiovascular que aquellos cuyos niveles de colesterol eran más bajos.

  1. Limitar el consumo de alcohol

El consumo de alcohol en cantidad elevadas tiene probados efectos negativos sobre la salud de las personas, los cuales pueden agravarse en personas con riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que aumenta la presión arterial y los niveles de triglicéridos.

Aunque haya estudios que indican que una copa de vino tinto al día puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y aumentar los niveles de colesterol “bueno”, conviene tener mucho cuidado y consumirlo en dosis muy bajas. Recuerda que siempre debe ser un médico quien valore individualmente los riesgos y beneficios del consumo de alcohol en cada situación particular.

  1. Dejar de fumar

Fumar es un hábito muy perjudicial para la salud de los pacientes con el colesterol alto. Y es que el monóxido de carbono que contiene un cigarrillo de tabaco puede provocar un aumento de los niveles de LDL (colesterol “malo”) y una disminución de HDL (colesterol “bueno”). Por el contrario, los beneficios de dejar de fumar son muy rápidos y se hacen de notar casi de manera inmediata. En concreto, se reducen los niveles de colesterol “malo” y se dilatan los vasos sanguíneos, disminuyendo la presión arterial.

  1. Ser constante

Quizás el punto más importante de todos y el más complicado: ser constante. Mantener a raya los niveles de colesterol y cuidar nuestro corazón no es una acción de un día, es un estilo de vida. Se trata, por tanto, de adoptar unos hábitos beneficiosos para tu salud y mantenerlos en el tiempo. Hacer ejercicio físico de forma regular, llevar una dieta saludable, dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol constituyen el punto de partida para prevenir los riesgos cardiovasculares. Por último, recuerda siempre seguir las recomendaciones de tu médico.